“No importa en qué nivel de la escala de belleza te encuentres, siempre habrá alguna persona que te considere atractivo o atractiva”, afirma el investigador danés Gert Martin Hald.
El resultado se desprende de un estudio sobre la manera en que las personas responden cuando un extraño se acerca a conversar. Durante el Congreso Mundial de Salud Sexual 2010, Hald relató a Lovematters sus sorprendentes descubrimientos.
Para su investigación. Hald necesitaba medir el grado de atracción de los integrantes de su grupo experimental. Para ello conformó un panel de estudiantes que debían calificar la apariencia física de los otros miembros del grupo. El científico obtuvo resultados inesperados.
Siempre hay esperanza
“Esto es algo que no hemos publicado”, señala Hald. “Pero, esencialmente, si tu calificación promedio es baja – 3 en la escala de atracción física de 1 a 9, donde el 1 es la ausencia total de atractivo – siempre hay alguien que te califica con un 7 e incluso un 8. ¡Así que siempre hay esperanzas!”
Esto es válido también a la inversa, señala Hald. “Si eres una persona de atractivo medio, siempre habrá alguien que te atribuya una calificación muy baja.”
Buenas y malas noticias
Hald también descubrió que las personas con una alta valoración de sus propios atractivos físicos no encuentran atractivas a muchas otras personas.
“En la escala de atractivo de 1 a 9, si te consideras como un 3, podría ser que consideres atractiva a cualquier persona que se sitúe desde el 3 en adelante. Pero si te consideras como un 8, es posible que sólo consideres atractivas a las personas con calificación de 7 o más.”
De modo que, para las personas con un atractivo “del común de la gente”, la buena noticia es que siempre hay alguien que te considerará muy sexy. Por otro lado, no es probable que se trate de alguien con mucho glamour – al menos en su propia percepción.
Arrogante
Las mujeres suelen ser más acertadas a la hora de calificarse a sí mismas, según descubrieron los investigadores. Poseen una visión mucho más realista de su propia apariencia mientras que los hombres tienden a sobrestimar su sex appeal.
Esta innata arrogancia masculina podría ser un resultado de la evolución. Se trata de un atributo práctico para los hombres si consideramos el hecho de que ellos son los que suelen tomar la iniciativa al buscar una pareja, explica Hald. “¡Si no se sobrestimaran, quizá nunca llegarían a tomar la iniciativa!”.